Con una vasta experiencia en restaurantes con estrella Michelin, Ramón Simarro es el maestro que se encuentra tras la filosofía gastronómica del 1477. Nacido en Barcelona, el interés de Ramon por la cocina fue potenciado por su tío a la temprana edad de 6 años. En su pastelería de Lleida, donde Ramón solía pasar fines de semana y vacaciones, enseñó a su joven chef cómo hornear, hasta que a los 11 años ya realizó sus propias creaciones. “Me encantaba hacer Monas” (figuras o huevos de Pascua de chocolate, típicas de Catalunya).
“Durante un tiempo, me imaginaba a mi mismo en un pastelería”, explica Ramon. Pero a los 17 años, el joven chef decidió emprender una camino profesional, empleándose como chef en un Restaurante de cocina tradicional en Capellades (en el campo catalán). Ahí fue dónde Ramón adquiere una base gastronómica tradicional catalana y allí fue también donde decide hacer un paso más. Tres años de estudio en la Escola d’Hosteleria de Barcelona, lo llevaron a la cocina del restaurante de 3 estrellas Michelin Can Fabes, a la precoz edad de 22 años.
Al ganar una estrella Michelin en el Alkimia de Barcelona, se sentaron las pautas para la carrera de este joven chef, que decidió ir más allá. “Había trabajado con chefs de todo el mundo y quería ver más, experimentar diferentos tipos de cocina”, recuerda. Fue esta curiosidad la que lo llevó al restaurante francés Pearl, en Londres, y un año después al famoso restaurante japonés en Knightsbridge Zuma.
“Fue una experiencia fantástica. Sólo conocía la comida japonesa como consumidor y los diferentes ingredientes y métodos de cocción fueron realmente una curva de apredizaje para mi”. Otra vez en Barcelona, dos años más tarde, Ramon invirtió los siguientes cinco años en ser el chef de Can Magi, la rama de baquetes de Alkimia que abrió la famosa Fábrica Moritz, un nuevo espacio gastronómico que aúna comida catalana e internacional, una boutique de cerveza y vino.
La apetura del Restaurante 1477 del Hotel Camiral fue su siguiente reto: “Es un proyecto con mucha credibilidad en el mercado y donde puedo crear mi propia gastronomía, con la experiencia adquirida aquí y fuera de aquí. En el 1477 realmente puedo utilizar todo mi bagaje”. Preguntado sobre su plato preferido dentro de la carta actual, Ramon no duda ni un segundo en responder: “¡El arroz cremoso con gambas de Palamós! Es una interpretación moderna de un plato tradicional y personalmente me encanta que esté confeccionado con productos locales”.
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